Geografia
El Suroeste está lleno de sorpresas en su entramado de
montañas y riscos, cañón del río Cauca y todos los pisos térmicos. Son tantas
las opciones para conocer que no se debe apurar el paso. La ruta de la Troncal
del Café pone su ritmo, el color. El visitante sólo debe gozar.
La temperatura, en la zona cafetera, mantiene un promedio de
24°C. Pero es fácil encontrar más altas, sólo basta con dirigirse a Bolombolo
-corregimiento de Venecia- o cruzar el canón del río Cauca. Aquí surgen varias vías: una que sigue el curso
del Cauca y comunica con Santa Fe de Antioquia; otra que parte con rumbo a
Jericó y conduce a La Pintada, también a orillas del Cauca; y la misma Troncal
que sigue su curso hasta Jardín.
Como Llegar?
La Troncal del Café es la principal vía de la subregión.
Cruza por Amagá (municipio de vocación cafetera y minera gracias al carbón),
ubicado a sólo una hora de Medellín, y se extiende por varios lugares hasta
llegar a Jardín (tres horas y media de viaje), la municipalidad más alejada, ya
en límites con el departamento de Caldas.
Esta Troncal cruza un terreno quebrado que hace pensar en
las proezas de sus colonizadores, los mismos que transitan los habitantes
actuales que mantienen muchas de las tradiciones de sus antepasados, razón que
hace más acogedor la estancia del turista.
¡Los Pueblos!
Santa Bárbara ofrece la opción de caminos ecológicos y
sitios de gran valor natural, donde los caminantes son frecuentes y se cuenta
además con cerros de donde se lanzan parapentistas, el municipio es de alta
productividad agrícola y donde se puede visitar haciendas y fincas cafeteras y
ganaderas.
En otra esquina del Suroeste, a orillas del río Cauca se
posa La Pintada, el municipio más joven de Antioquia, turístico en un 100%,
desde los años en que oficiaba como corregimiento de Santa Bárbara. De clima
cálido, como todas las tierras aledañas al Cauca, posee hoteles, hosterías,
piscinas, sitios de esparcimiento nocturno y ha tomado auge la práctica de
ecoturismo, deportes extremos y de aventura como el kayak, rafting y
ciclomontañismo, entre otros.
Pero de regreso a la Troncal del Café, la carretera -con
restaurantes típicos a lado y lado de la vía- se entromete en las montañas de
Amagá, región carbonífera del departamento. Para los turistas es la oportunidad
además de adquirir artesanías, productos lácteos, muebles rústicos y de
ferretería, servicio de mantenimiento de carros, entre otros.
Después de Amagá, de la Troncal se desprende un ramal que
conduce a Fredonia y Venecia, dos municipios cafeteros por excelencia. Y
descendiendo por la Troncal, a hora y media de Medellín, se llega al cañón del
río Cauca y a Bolombolo, corregimiento de Venecia que se posa en su orilla
oriental y que debe su nombre al cacique indígena de la región a la llegada de
los conquistadores españoles.
La Ruta del Café comprende municipios como Venecia, Tarso,
Fredonia y Jericó, con fincas cafeteras donde se puede conocer el proceso de
producción del grano. Además, el clima templado es propicio para disfrutar del
alojamiento en cómodas casa finca, hostales y hosterías que se han ubicado en
la zona.
En Venecia se ofrece un atractivo para los amantes de
escalar montañas, el Cerro de Tusa (Cerro Tusa dicen otros). Se trata de una
montaña en forma de pirámide única en el mundo, y se asegura que servía de
centro de adoración indígena. Su ascenso se hace en tres horas.
En la vía Bolombolo - La Pintada se construye Cauca Viejo,
una parcelación que es réplica de un poblado antioqueño de un siglo atrás, y se
ubica cerca del ingreso a Jericó.
Ahora que se menciona a Jericó, su cielo se inunda con
cometas de colores que se elevan del Cerro de Cristo Rey. Conserva la casa
natal de la Madre Laura, hoy reconocido museo que guarda elementos utilizados
por ella en sus labores cotidianas de evangelización católica.
Támesis expone a unos pocos kilómetros del casco urbano
escrituras en piedra, petroglifos, que antiguos indígenas dejaron a su paso. Se
ubica a sólo tres horas de Medellín, a 108 kilómetros de distancia, y lugares
como Cerro de Cristo Rey, Playas del río Frío y balnearios son visitados con
frecuencia por su belleza, además se puede disfrutar de las frutas de la
región. Se cultiva el cacao y, como es habitual en el Suroeste, el café.
Támesis hace parte de la conocida Ruta de la Arriería, que consiste en una
serie de caminos tradicionales que llegan a los municipios de Valparaíso y
Támesis y que unen con La Pintada, es decir, de las montañas cafeteras al cañón
del río Cauca.
Apenas 100 kilómetros separan a Valparaíso de Medellín, en
un recorrido de poco más de dos horas, con acceso a ríos como El Volcán y El
Pescado. Se debe visitar allí la Casa museo Rafael Uribe Uribe, general y
político colombiano oriundo del municipio y asesinado a principios del siglo
XX.
Otros desvíos que parten de la Troncal del Café son los que
conducen a Concordia, Salgar, Urrao y Ciudad Bolívar. Este último está asentado
entre dos montañas y es atravesado por una larga avenida que parte en dos su
parque principal. Es ruta obligada para los viajeros que se dirigen al
departamento del Chocó. Sus fincas cafeteras y balnearios son destinos rurales
de gran acogida.
A dos horas de Medellín, en la margen occidental del río San
Juan, se encuentra Hispania, municipio con un camino de piedra denominado
Parque Lineal que conduce al río Pedral, famoso por sus charcos y miradores.
A diez minutos de Hispania, el paraje Puerto Boy propone una
desviación hacia Betania, desde donde se divisan los Farallones del Citará, [de
Ciudad Bolívar y Andes se ven de costado], que sirven de límite natural entre
Antioquia y Chocó. Es una belleza inmensa la imagen que, en las mañanas, da el
sol cuando rebota en las rocas de los altos picos de los cerros San Nicolás, El
Colón, y el de la Teta.
De Hispania se llega a Andes, el municipio más próspero en
materia económica del Suroeste, con balnearios en inmediaciones del río Tapartó
y hostería de Comfenalco. Y vecino suyo es Jardín, el destino turístico de
mayor crecimiento en los últimos lustros. De clima templado rayando en frío,
esta localidad goza de una arquitectura que llevó a que su iglesia, junto al
Parque Principal, fuesen declarados monumentos nacionales en 1982.
Dulces tradicionales, casas antiguas, balcones y paredes
llenas de flores son denominador común en Jardín. Su monumental iglesia de
estilo gótico se conjuga con el camino de arrieros, la garrucha, los trapiches
y las trucheras. En su plaza de piedra, cafeterías y restaurantes con sillas y
mesas al aire libre están prestas para recibir al visitante.
Hermosas imàgenes. Paisajes que nos ponen en armonìa con la nanaturaleza y con Nuestro Creadoor
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